viernes, abril 30, 2010

“FIJANDO LA ALTURA”

Fijó la altura con el último brote de cinética dando vueltas por su entendimiento, se paro sobre la baranda del puente negro y salto para enfrentar la muerte como cuando una hoja enfrenta el opaco amarronarse de la caída en otoño.
Nada más que una flor amarilla, de una solitaria maleza, entre la extensa franja de tierra árida, hizo que tuviera la inmensa sensación de arrepentimiento, y la adrenalina explotó en llanto, sumisa ante el deceso inevitable que esperaba victorioso por el cobijo de su alma.
Una paleta de colores simplemente, que impregnan la naturaleza de muerte y vida…
JUAN MALDONADO

miércoles, abril 28, 2010

“PIELES”

Rosas naranjosas, grasosas, yagas de la fuerza y sangre viscosa. Mantas piadosas que fluyen sobre carnes ansiosas, por quebrar en estampidos, cuando la duda caprichosa de la energía corporal presenta sus prosas.
Sobre si corren rafagas de melancolías curiosas, que dejan verse desde colinas de cristalinos colores, vidriosas.
Sus fragancia de tonalidad espantosa, no es más que la hipnosis de angurrientas moscas, que posan seguras con cosquillas molestas y mimosas.
Suaves o ruidosas, húmedas o rocosas, son siempre el pretexto para desafiar un momento de almas fogosas, que dejan correr sobre el río de caricias esponjosas, los gritos de alegrías, exitosas. Moradas se azotan, se estrujen, se doblan, se engañan, se evitan, se tienden victoriosas. Se queman sabrosas bajo cielo de luz calurosa. Se lucen distintas, oscuras y dichosas.
Se transpiran y se secan. Se lavan bajo inmersiones acuosas. Se estiran cuando la niñez se agota, se arrugan cuando la muerte acecha leñosa.
Nos identifican, nos dan formas, se distinguen unas de otras. Se lastiman, entregando el plasma en gotas, para el espanto de algunas y no de otras.Son las pieles las que se chocan, empujan o rozan, y se distribuyen según el genero, aspectos, tonos o aromas.
JUAN MALDONADO

lunes, abril 26, 2010

"SI ME DAS LA ESPALDA"

No solo el camino se divide en lo que se ve y lo que se extraña
o queda sin la gota de rocio la flor que energiza el alma
No solo son mis pasos
los que por caprichos
se dejan correr,
en un suelo que descalza
al que corre sin destino,
sin eslabones que salvan,
sin presente definido,
sin sonidos que descansan
El sol se aferra a los nubarrones
que entibiesen la floreada sinfonía de los campos,
valles y montañas,
y no se ve mas que un camino
pisoteado por otras ancas,
de potros que desgastan vidas
recorriendo alegrías falsas.
Seré preso del abismo,
y eso si ya es plegaria,
si no entrelazo el desafío
con fuerza, brazos y garras
Puedo verme desde abajo
desplegando mis alas,
sujetas por temperaturas, amplias,
suaves plumas que encarcelan
del viento su añoranza.
Si me das la espalda solo siento
que soy preso de la infancia
que juega en el desconsuelo
para no perder la calma.
JUAN MALDONADO

lunes, abril 19, 2010

“A ESAS GOTAS”

A esas gotas que estrujen el trabajo de tejedores, con el disuelto polvo del piso que sortea los limites de los comedores,

o quizás las gotas que escriben sobre las hojas de árboles, el poema de la última tormenta que en las raíces destruye el hambre.

A las gotas pesadas, de grasitudes y sales, que derrama el éxtasis divino de seres que se amasan sobre sabanas matinales.

A las gotas que salpican arco iris en la montaña, cuando el sol teje con colores, en las cascadas su telaraña.

A las gotas de saliva, que bañan las palabras, para que se presenten limpias sinceras o bien intencionadas.

A las gotas que forman las nubes, cuando hierven en la nada, y son madres de figuras, espontaneidades de niños comparadas.

A las gotas trágicas, de sangre derramadas en guerras inútiles, presentes, por necedades pasadas.

A las gotas de Cortazar, que cuelgan de la ventana, a las suicidas que se arrojan y a las que resisten aferradas.

A las gotas de vino, que marcan trasnochadas, de rondas, de fiestas, de amigos y guitarreadas, del desvelo de cantores que despiertan la mañana.

A las gotas de tinta que dibujan esas cartas, que vierten ilusiones de los que se recuerdan, añoran o aman.

Estas estrofas, a estas gotas.

JUAN MALDONADO

miércoles, abril 14, 2010

“COMO OFRENDA LA VIDA”

Cuando nos abrimos al infinito ya no nos preocupa el que será, y en menor grado el que fue. Simplemente el que es (el que vale). Somos una meta ya sabida por el todo, por el duende de la particularidad. La vida es sabia, devuelve tarde o temprano lo que uno entrega. El río pasa, recoge en su camino los residuos para sumergirse en el anhelado mar. Nos sentimos, nos introducimos, nos comprometemos. Tal vez haya elegido Storni el océano para su muerte, como ofrenda, su vida, a la eterna vida.

JUAN MALDONADO

martes, abril 13, 2010

“CUANDO YA NO SIENTO”

(A las personas que pecan de egoístas y ante todo se hacen a un lado. A los prisioneros de un alma desinteresada)

Si fuera solo el reclamo de vidas pasadas,
si fuera solo el reposo de flores pisadas

Cuando no siento
me encuentro en la pregunta,
y la respuesta
es directa: “no apareceré nunca”

Es extraño el juramento,
del frío: encoger la musculatura,
si no duele
caer de la altura,
sino sufro,
sino lamento.

Como gotas en el fondo del mar se pierden sin lucirse, los castigos del corazón que late sin herirse.

Todo pasa,
nada se detiene,
Todo sigue su curso,
como si no fuere un alma desconsolada ante tantas maravillas.
Como las estrellas que brillan, como las hojas cuando mueren.

Ya nada me provoca
Estigmas
en la razón. El deceso, la desdicha,
el silencio perforado
por la
daga
de una canción.

Cuando ya no siento me detengo,
inspirado por la intuición (que debo estar dormido o imitando la función), de los duendes distraídos que solo explican la situación
de estar siendo vigilados,
por el discurso obligado,que diluye aunque no sienta…


JUAN MALDONADO

jueves, abril 08, 2010

“LA RUEDA RUEDA”

La rueda rueda, zigzaguean los rumores del caucho, el empedrado acecha con las piedras y el camino se abre hacia los lados. La rueda rueda y el sonido a metal gastado, sinfoniza el silencio castigado por caprichos que desequilibran callados. Un saludo al haber empezado y la rueda rueda hacia uno y otro costado. Tendones estirados, esfuerzo dedicado y el viento que descansa dentro del diafragma preparado. La rueda rueda y van consigo historias y relatos, de abuelos distanciados de jóvenes pasados, que vuelven y serán los mismos recordados que den cuenta que todo vuelve cuando la rueda rueda…
JUAN MALDONADO

martes, abril 06, 2010

“SOLEDAD DE NARCISO”

Caen las bellas figuras,
del resplandor de resplandores,
de las colgantes y difíciles traiciones
que acometen las comparaciones.

Perdón por mis dones,
soy todo beneficio,
el destino entregó su sacrifico
y dejaron estas razones.

Si tan solo pudiera
por un día padecer,
las desventajas de cualquier ser
que no tenga mis opciones

sería como canciones,
de melodías plebeyas,
como herrumbre de arpones,
como aburrimiento de emociones.

La belleza entro en mi cuerpo
como sangre derramada,
luego que una daga dorada
diera en el cuerpo del hada,
protectora de los feos,
de los imperfectos y desdichados.
Todos resignados.
Acostumbrados. Todos

Y la benevolencia de mi figura,
envidia de los menores,
hoy relucen mis cuestiones
de una soledad segura.

Solo queda la compañía,
del reflejo amanecido,
de un manto acuoso divino,
hacedora de manías.

De admirarse sin consuelo,
día y noche contemplarse,
de rutina enamorarse,
hasta en sueños y desvelos.

Solitaria es la belleza,
por temor de la mala apariencia,
cuando reluce se condena
y asecha la naturaleza.
JUAN MALDONADO

Música

  • De todo un poco. La que me suena sincera...

Libros

  • Los que no terminan rapidamente
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