viernes, febrero 18, 2011

"LOS OJOS DEL SENTENCIADO"

Son pesados
los ojos del sentenciado,
cuando a la penumbra de la condena
llegan para mirar el camino,

ya no hay cielos divinos
ni estrellas inspiradoras,
solo yace el pasar de las horas
entre la incertidumbre y lo vivido.

Llegas maniatado,
como cuando en el vientre fuiste parido,
para descansar entre los filos,
de barrotes reflexivos.

La luz se hace luna,
en la noche del olvido,
de tus preguntas, arrepentimientos,
pensamientos enemigos.

Y la lujuria de la venganza,
hierve el semen de tu torrente sanguíneo,
junto al miedo que no se aleja,
ni del cobarde ni del decidido.

Son pesados los ojos de sentenciado,
cuando en el suelo clavan su destino,
como es pesada su pena,
una vez con el castigo…

JUAN MALDONADO

jueves, febrero 03, 2011

"LO SIMPLE"

Si rosara el viento, eso, las caricias que siento. Si cerrara la luna al sol y lo abriese en la mañana, la cálida presencia de la luz, lo que veo. Si llegara a poder hundirme, en la inmensidad del océano, sin razones, solo por hacerlo. Si me agitara en alto vuelo, siendo pluma sobre el viento. Si la vibración del primer sonido, lo que diferencia al silencio. Ese espíritu de energía, despojada solo idea, sin palabras, lo sincero. Eso debe ser lo simple, eso lo que espero…

JUAN MALDONADO

martes, agosto 17, 2010

TERCERA FECHA (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia):

La tarde se manifestó de la mejor manera. Sin brisas, sin temperaturas extremas. El sol iluminaba como nunca el campo de juego. El predio donde los muchacho se encontrarían a jugar el ansiado y comentado tercer partido había sido producto de la magnifica pincelada artística que solo la naturaleza fértil puede ofrecer.
Como todos los sábados, mi mujer dejo sobre los pies de la cama el equipo de juego, con aroma a jabón blanco, tal como lo dejaba mi madre. Mi hermano pasó a buscarme mas temprano de lo acordado, “para no llegar tarde”, dijo. Pasamos a buscar a Eduardo. Todavía no estaba listo. Mauricio prendió un cigarro y pito profundo, mirando el horizonte. Tal vez pensando en alguna jugada mágica para incrementar el marcador. Eduardo se tardaba.
José envió un mensaje diciendo: “Se juega?”. “Claro”, dije yo. “Como siempre”. Gonzalo había avisado que iba después del partido de boca-racing.
El viaje hacia la cancha fue normal. “Que buena tarde”, “esta bueno porque no hace tanto frió”.
Llegamos. Solo José elongaba atrás de un arco. “Me parece que no va a venir nadie”, dijo. Yo respondí diciendo que “los blancos” eran los únicos que no estaban porque habían viajado hacia Entre Ríos.
Empezamos a calentar, realizamos unos tiros al arco. Mauricio estaba afilado. Clavó dos en el ángulo ante la poca resistencia de José que seguía con molestias en su muslo derecho.
Cambiamos de arquero, echamos unos centros. El tiempo corría, las 17 habían pasado hacia media hora, los muchachos no venían. Éramos cuatro. Ni un mete-gol. La tercera fecha no podía concretarse. El potrero lucía vacío. Nadie nos había avisado que no irían. Nos reímos un poco de la situación, “esperemos que el próximo juntemos aunque sea cuatro y cuatro”. Tome mi teléfono y al azar mandé un mensajes: “LA PROXIMA AVISEN QUE SE SUSPENDE”


JUAN MALDONADO

miércoles, agosto 04, 2010

“SOLO, UNO”

Teje, despliega sus redes
une con lejanías al tiempo.
Nutre de agonía el momento

como el rugido de trenes en paredes

Se hace compañía de rencores
que calman resentimiento.
No interpone risas al lamento

ni revive penas con amores

Un triste desafío abre en puerta
como diosa pagana, tentadora
que transmite el silencio, oradora,

de discursos macabros. Nos despierta.

Y aunque todo a ella me enfrento
como Quijote tras sus molinos.
Sin consejos de adivinos

ni refugios de armamentos.

Ante la soledad me declaro,
corran ciénagas felices.
Mas conviene algunas cicatrices

que varios horizontes sin claros

No incluyo a la descendencia
a ella pido solo entienda:
que el camino solo ofrenda

si es recorrido con paciencia.

Bajo la sombra rema el río
que viene de lo lejano,
de agua turbia como pantano.

Declara al océano su amorío.

Será la lucha, la Paz?
Será el transcurso la gloria?
Tendrá sentido la historia?
Tendrá una historia, quizás?

Uno piensa estando solo
declinando las palabras.
Ruedan estructuras macabras

como recorre el desnivel un bolo.

La pluma se entibiese
con el arder de la sangre,
que corre nuestras venas con hambre

de latidos que retumban varias veces.

Uno solo y es cautivo
de la angustia densa y oscura.
Azota el alma palabras y locura:
mensajes que anuncian el estar vivo.


JUAN MALDONADO

miércoles, julio 28, 2010

“BOLLO, COMO LOCO”


Sube, baja, va y viene.
Nada lo tiene.
Ni lo detiene.
Si se va no viene y si se queda
lo mantiene.

Seguro se fue,
con vertiente de agua leve.
Que disuelve y procede.
Que tirita cuando en sienes.

Al otro lado,
peldaño gastado,
por comisuras rasgados.
Bien amarrado por el tiempo.
Entre fragancias, resignado.

Improvisado,
con retazos desorientados
que fingen el alivio
acompañados

Como bollo loco,
encontrarme,
para buscarme finjan viajes por el aire,
en lo divino de la tarde,
en lo infinito del paisaje.

Sigan a las moscas.
Las olorientas toscas,
los residuos de bosta.
Los que reclaman costas.
Los que saltean postas.
Los que se mienten diciendo: “no queda otra”.

En un bollo como locos.
No.
Me suelto.
Me aíslo.
No jodan.
JUAN MALDONADO

Música

  • De todo un poco. La que me suena sincera...

Libros

  • Los que no terminan rapidamente
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