martes, mayo 11, 2010

“ABUELOS”

Ella ochenta y seis años. El, noventa años. A ella la vida la trato de ama de casa, y el dedicaba su madurez a construir refugios, para hombres civilizados. Ella una artista de colores y géneros, de entrelaces de sedas. El, cocinero de muros irrompibles, artesano de viviendas.

Ella: Acá estoy, acostumbrada. Quien dijo que iba a llegar así, con este cuerpo.
El: vieja, donde esta la yerba?
Ella: En la repisa a lado del calefón.
El: La yerba, así tomamos unos mates, que ya se tiene que ir.
Ella: como una tapia, no escucha nada (sonrie). Que pasa? Al lado del calefón te dije. No escucha nada. Esta más sordo que una tapia. Sordo, sordo, sordo. Baaa. Viejoo. Tocaron el timbre. Debe ser la Sonia.
El: Debe ser la Sonia, no dijo que venía?
Ella: Que te estoy diciendo. Debe ser la Sonia. Venía para atarme los ruleros.
El: No dijo que venía hoy, no le pediste que te ate los ruleros.
Ella: Llevate unas naranjas, están buenas. La planta es medio vieja, pero todavía saca sus frutos.
El: dejatelas a las herramientas, total, para lo que yo las uso. Si, usalas, total acá no hacen falta.
Ella: Viejo, dale una bolsa para que ponga las naranjas, y ponele unas ramitas de romero para que le lleve a la patrona. Como anda la nena, creciendo? Como es que se llamaba… Esos nombres que le ponen ahora.

Al servicio de sus visitas, sean familiares o no, los abuelos tienen esa desesperación de atender a los invitados. Criados a la intemperie de las llanuras, arrancados de sus niñeces para despuntar en el trabajo, van acortando la tregua con la muerte, con todo el tiempo en sus manos, y despojados de cualquier actividad.
Los que tenemos la suerte de interactuar con nuestros mayores, debemos sentirnos privilegiados, es una gratitud que la vida nos regala, solo hay que aprovecharla.


JUAN MALDONADO

4 comentarios:

Fede Becerra dijo...

Muy bueno Juan, Gracias por entrar a mi blog... nos mantenemos en contacto de bloggers
abrazo

Juan dijo...

Igualmente, otro para ti.

For the heart i once had dijo...

Realmente hoy no tengo a tres de mis abuelos, solo tengo a uno solo, y esas cosas son las que MÁS extraño.
Pero bueno, me trajo recuerdos tristes esta entrada...

Besos Juan!

Alma Mateos Taborda dijo...

Qué precioso amigo! Escribes maravilloso. Enternecedora entrada. Felicitaciones! Un abrazo grande.

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